APRENDE A SUPERPONER SERUMS SIN MIEDO

A estas alturas, conocemos de sobra la importancia del serum en nuestra rutina facial diaria. Estos ultraconcentrados de principios activos, son capaces de penetrar hasta las capas más profundas de la epidermis, proporcionando una acción inmediata. Como ya os comenté en una ocasión, los serums cumplen un determinado cometido, en función de las distintas necesidades cutáneas. Sin embargo, existen tantos principios activos y tantas necesidades, que en ocasiones es complicado decantarse por uno u otro serum. ¿Cómo elegir entre la imprescindible vitamina C y una acción reafirmante, por citar un ejemplo? Entonces, yo os planteo, ¿Y por qué elegir? No existe ningún problema en superponer serums. Es más, muchos expertos lo aconsejan, ya que ciertos ingredientes se potencian entre sí. En Asia, donde existe una gran cultura estética, están muy acostumbrados a superponer productos, para lograr el efecto deseado.

¿Os suena esta situación?: “ Tengo un serum de vitamina C altamente dosificada, para combatir la oxidación, atenuar las manchas y dar luminosidad a la piel. Sin embargo, tengo un serum reafirmante, que me va genial, ya que tengo cierto problema de descolgamiento. Por las noches, mi rutina ya está completa con el uso de retinoides y nutrición. No me dan los días para todo lo que me quiero poner”.Pues bien, puedes añadir tantos serums como tu piel necesite, siempre que los combines con sentido común. Me explico: si estamos utilizando las ampollas Photo Age al 15% de vitamina C y un 3% de proteoglicanos, sería tontería aplicarse encima, por ejemplo, las nuevas Endocare 1Second, ya que sería más de lo mismo, a distintas concentraciones. O bien, si estamos utilizando un glicólico a una concentración muy alta, no me pondría encima retinoides.  No se trata de montar un cóctel molotov de principios activos sobre nuestra piel, ya que algunas combinaciones pueden resultar algo agresivas, y, por lo tanto, irritantes.

Os animo a que superpongáis tantos serums como necesite vuestra piel, siempre que respetéis estas máximas:

– Que los componentes que deseas combinar no resulten muy agresivos.

– Que la necesidad no esté cubierta por otro de los productos que nos vayamos a aplicar.

Las combinaciones son infinitas, tantas como tipos de piel y necesidades concretas. Eso sí, simplemente tened en cuenta que el primer paso es siempre el serum – el somier, ¿os acordáis?- y, por último, la crema – el colchón –  nunca al revés, ya que ésta crearía un efecto barrera, dadas sus propiedades emolientes, que no dejarían a los serums actuar en profundidad.

También te puede interesar
GENCIANA, LA PLANTA DEL APETITO
REDERMIC C, UN CÓCTEL ANTIEDAD APTO PARA PIELES SENSIBLES

No te pierdas ni una publicación

Suscríbete a La Cremola y recibe todas las novedades por email.