ENCONTRAR EL AROMA QUE NOS IDENTIFIQUE NO ES TAREA FACIL

A veces cuesta Dios y ayuda dar con esa fragancia con la que nos identificamos y nos sentimos a gusto. Y es que las colonias y perfumes son casi un complemento más de nuestro atuendo antes de salir a la calle. Hay gente que incluso, si no llevan perfume, es como si les faltase algo. Y es que el aroma dice mucho de una persona. ¿Sabíais que el 90% de la población usa perfume o agua de colonia?

Los olores provocan un gran efecto sobre nosotros. Los aromas que olemos a lo largo de nuestras vidas, quedan almacenados en el cerebro, junto con las sensaciones que nos producen. Cuando volvemos a sentir ese olor, se produce en nuestro cuerpo una reacción hormonal y psicológica, que vuelve a evocar esas mismas sensaciones.

El perfume es una mezcla de sustancias aromáticas, que pueden ser aceites esenciales naturales o sintéticos, un disolvente, generalmente alcohol, y un fijador. Su trabajo es proporcionar un agradable aroma corporal. Al aplicarnos el perfume sobre la piel, el calor corporal evapora el disolvente, permaneciendo las sustancias aromáticas durante horas.

Pero, ¿qué diferencia hay entre perfumes, aguas de colonia o aguas de perfume? El perfume lleva entre un 15% y un 40% de esencia aromática, mientras que el agua de colonia lleva solamente entre un 3 y un 6% de esencia concentrada. Es decir, es mucho más ligera que el perfume. Por su parte, el agua de perfume es un intermedio entre ambas. Lleva menos de un 15% de concentrados.

Al elegir una fragancia, intervienen muchos factores, como nuestro estado de ánimo, el momento del día, el clima, nuestros gustos personales…Las opciones son infinitas, ya que los hay de todo tipo: florales, frutales, cítricos, dulces, fuertes…

He aquí unos consejillos a tener en cuenta a la hora de elegir una fragancia:

– No te decidas por un aroma nada más aplicártelo, ya que debes esperar a que se haya secado para ver cómo huele en tu piel.

– El perfume debe aplicarse detrás del lóbulo de la oreja, detrás de las rodillas, garganta, muñecas, entre los senos

– No debe frotarse sobre la piel, ya que puede dañar su estructura molecular.

– No debemos rociar la ropa con perfume, ya que algunos manchan, sobre todo los concentrados. Por ello, si queremos perfumar la ropa, mejor que sea con aguas de colonia florales.

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