Es el aceite corporal que estoy utilizando en la actualidad y creo que repetiré. Y es que penetra muy rápidamente y tiene la pecularidad de que, si lo aplicas con la piel mojada, se transforma en leche. Después de pocas semanas de aplicación, la piel se nota supersuave y fina. Combina tres flores blancas, camelia, gardenia y jazmín, con propiedades regenerantes y reestructurantes. Otro de los puntos a tener en cuenta de este aceite es su alto contenido en aceite de argán, tan de moda últimamente y muy adecuado para personas con problemas de piel, tipo psoriasis. Contiene también aceite de almendras dulces, avellanas y semillas de uva. En cuanto a su perfume, es superagradable. Se notan mucho las notas de jazmín, y la fragancia te dura muchas horas en la piel. Viene presentado en envase con dosificador de 100 ml, y de precio, no está mal, sobre 29 euros.