FLAVO C, DE ISDINCEUTICS. UN CLÁSICO RENOVADO
El hábito no hace al monje. De eso no cabe duda. Sin embargo, no era de recibo que un producto tan exitoso y recomendado por médicos estéticos tuviera una imagen tan obsoleta. Isdin que, como ya os comenté en otra ocasión, se ha hecho con los derechos de los best sellers de Auriga, lo primero que ha hecho es modernizar la imagen de este pionero concentrado de vitamina C pura y flavonoides.
Este potente concentrado antioxidante retrasa el fotoenvejecimiento, estimulando el rejuvenecimiento celular y la síntesis de colágeno. Lo más interesante de Flavo C es su fórmula patentada de vitamina C pura encapsulada, que permanece estable durante 8 horas en la piel. A pesar de que el antiguo Flavo C de Auriga venía en dos presentaciones, a un 8% y a un 15% de vitamina C, el serum de Isdinceutics cuenta solamente con el envase de menor dosificación, al menos de momento. A esto hay que añadirle un 30% de gingko biloba, que viene a potenciar la acción antioxidante del ácido ascórbico. Esta asociación – me voy a meter en camisa de once varas – ha estado siempre en el punto de mira, ya que, desde hace muchos años corre el rumor de que a algunas personas la utilización de este serum les ha provocado la aparición de algo de pelusilla en el rostro. La culpa siempre se le ha achacado a la acción estimulante de la circulación sanguínea del Gingko Biloba, ya que reactiva también la sangre que circula hasta los folículos pilosos, reforzando el pelo – de hecho, este ingrediente es utilizado frecuentemente en tratamientos anticaída capilares. Este argumento no está contrastado – personalmente, utilicé Flavo C un tiempo y nunca noté este efecto – si bien el laboratorio asegura que se busca la acción antioxidante, extrayendo el ingrediente del jugo de la hoja de esta milenaria planta.