ACEITE DE AVELLANA, POSIBLEMENTE EL ACEITE VEGETAL MÁS COMPLETO
Uno de mis últimos descubrimientos para el cuidado de la piel, es el aceite de avellana. Se trata de uno de los aceites vegetales con mayor contenido en ácidos grasos esenciales, especialmente del grupo 9, lo cual, unido a su alta concentración en magnesio, vitaminas A, E, B, calcio y potasio, hacen de él un aliado perfecto para luchar contra el envejecimiento.
El aceite de avellana es muy suave, fluído y muy penetrante. No en vano, es uno de los aceites más utilizados por los terapeutas, para la realización de masajes. Estas cualidades lo convierten en uno de los aceites más adecuados para actuar de vehículo de los aceites esenciales – éstos, recordad, nunca deben aplicarse directamente sobre la piel, y mucho menos consumidos, sino que necesitan un “medio de transporte” adecuado, como son los aceites vegetales.
Reafirmante, tonificante, regenerador de los tejidos,antioxidante, este aceite es muy hidratante, sin dejar película grasa en la piel. Es ideal para tratar quemaduras solares, dados sus efectos calmantes, así como para cuidar las pieles más sensibles y reactivas, incluso la piel con psoriasis. Por otra parte, resulta también muy eficaz para cuidar unos labios agrietados y las estrías, dada su capacidad regeneradora.
Todo esto desde el punto de vista cosmético. Pero además, el aceite de avellana es perfecto para aliñar ensaladas, ya que, aparte de estar riquísimo, con ese suave aroma de fruto seco que aporta a los platos, puede hacer mucho por nuestro organismo. En este sentido, os diré que, gracias a su composición, este aceite fortalece el sistema nervioso, ayuda a combatir la descalcificación de los huesos, disminuye los niveles de colesterol, protegiendo el sistema cardiovascular y ayuda a realizar correctamente la digestión, por su alto contenido en fibra. Ahí es nada.
En cuanto a recomendaciones, yo, una vez más, me decanto por Pranarom, que son unos maestros en cuanto a aromaterapia y aceites esenciales y vegetales se refiere.