EMPIEZA UN NUEVO CURSO
Supongo que son costumbres que quedan de la época colegial, pero para mí septiembre sigue marcando el inicio del curso. Y es que, al igual que este mes marca el comienzo del curso escolar, político… también supone el inicio del curso, digamos, cosmético, o bien de cuidados en general.
Septiembre es el fin de muchas cosas y el comienzo de otras. Se acaba la etapa de sol, calores, brillos … Ahora toca hacer balance de los desperfectos – que son muchos: deshidratación, manchas, pelo estropeado – y volver a coger una rutina más propia del otoño, hacia el que vamos.
A pesar de que esta época, en que los días ya son más cortos,empieza a refrescar, el sol deja de apretar con fuerza, volvemos a tapar nuestro cuerpo, volvemos a la rutina del trabajo, deprime a mucha gente, en mi caso es un cambio de estación que cojo con muchas ganas y muchos retos. De hecho, suelo marcarme unas pautas que, año tras año, intento cumplir, con el fin de cuidar mi rostro y mi cuerpo. En mi lista para este otoño, me he apuntado estos objetivos:
– Empezar a consumir un complemento alimenticio a base de colágeno, para cuidar tanto mi piel, como huesos y articulaciones.
– Empezar, cuanto antes, con un tratamiento para la caída estacional del cabello.
– Utilizar un champú reparador y mascarillas untuosas, a base de manteca de karité, jojoba o queratina, para paliar los efectos del verano sobre mi pelo.
– Si en verano es importante exfoliar la piel, en esta época ni os cuento. Tratamientos como el peeling de Filorga o los exfoliantes corporales de Caudalie son ideales para eliminar las células muertas y preparar nuestra piel, de cara a otros productos.
– Reforzar la hidratación corporal, con cremas muy nutritivas, o bien enriquecerlas con aceites.