Precio sin sobrecostes, máxima eficacia demostrada, fórmulas transparentes. Esta es la carta de presentación de Transparent Lab, nueva marca con sello español que acaba de irrumpir en el competitivo mundo de la dermocosmética. Siguiendo la estela de otras líneas como The Ordinary, Geek and Gorgeous o Skintegra, que aúnan eficacia y buen precio sin otros añadidos que activos plenamente contrastados, Transparent Lab se diferencia claramente del resto por su filosofía, que consiste en volver a la esencia del cosmético, ofreciendo soluciones a distintas problemáticas desde un enfoque realista y huyendo de los altísimos porcentajes de ingredientes que la piel no puede o no necesita asimilar. De este modo, intentan poner freno a la creciente carrera de muchos laboratorios por conseguir el cosmético de máxima concentración del activo eficaz de moda, porcentajes que a veces son contraproducentes para la piel.
El otro punto fuerte de esta nueva línea es su exclusivo sistema de liberación de activos, creado en colaboración con la Universidad de Oviedo, capaz de multiplicar por 12 su eficacia y que da como resultado unos productos funcionales, que actúan en la diana del lugar donde radica el problema a tratar. Su tecnología Drug Delivery no es otra cosa que nanobiotecnología aplicada a dermocosmética. Ahora bien, a diferencia de los liposomas tradicionales usados en cosmética, formulados con lecitina de soja con métodos básicos, Transparent Lab ha patentado unas nanovesículas, ricas en fosfolípidos fundamentales, con una composición similar a la de la membrana de las células epidérmicas, que impiden que el activo se degrade antes de alcanzar su objetivo y evitan su oxidación. Estas nanovesículas evitan irritaciones, alergias o rechazo del producto.
Deseando presentaros en un próximo post las catorce referencias que componen Transparent Lab, a cuál más interesante. Como adelanto, os diré que los activos que trabajan sus productos, son todos viejos conocidos de contrastada eficacia en resultados: niacinamida, ácido azelaico, vitamina K1, ácido hialurónico, ácido ferúlico, resveratrol, ácido elágico, ceramidas, ácido glicólico, ácido salicílico, ácido kójico y ácido tranexámico. Su packaging, muy al estilo de las últimas tendencias: sencillo y con sus ingredientes y porcentajes visibles en el envase, para una mayor claridad.
No perdáis de vista su serum de ceramidas ni el contorno de ojos. Pero ya os cuento a fondo otro día.
