Un producto capaz de hacer crecer las pestañas y aumentar su volumen y grosor de forma espectacular. Esto es lo que promete Lilash y, a juzgar por las numerosas críticas positivas que conozco, realmente funciona. Pero, ¿qué es lo que contiene este serum crece-pestañas para ser un auténtico número uno a nivel mundial?

Lilash es fruto de los efectos secundarios surgidos a raíz del uso de un colirio, con bimatoprost, indicado para tratar el glaucoma y la hipertensión ocular. El médico estadounidense  Scott Wassermann  observó que a los pacientes que estaban siendo tratados con estos medicamentos se les ponían unas pestañas de infarto. Así nació Lilash, fabricado por Cosmetic Alchemy y distribuido en España por AG Farma, que asegura unas pestañas más largas y pobladas en 4 semanas, a razón de una aplicación al día, a ras de las pestañas superiores –  alas inferiores llega por el parpadeo –  sin llegar a tocarlas. Una vez conseguidos los resultados deseados, el laboratorio recomienda reducir su aplicación a una vez por semana.

Hasta aquí, todo parece perfecto. Sin embargo, este producto no está exento de polémica, ya que, la utilización de prostaglandinas en su fórmula, que es el ingrediente que consigue este espectacular crecimiento, puede conllevar una serie de efectos secundarios, como oscurecimiento del párpado, oscurecimiento del iris, disminución de la presión intraocular, irritaciones, aparición de vello en la zona cercana al ojo… Si bien algunos de estos efectos secundarios serían reversibles, desapareciendo al suspender el tratamiento con este producto, otros  podrían llegar a suponer un riesgo más grave, que no estaría yo dispuesta a correr, sea cual sea el resultado final. Desde AG Farma argumentan que el contenido de Isopropanol Phenylhydroxypentene Dihydroxycyclopentylheptenate, que así se llama el componente en cuestión, es bastante bajo, con lo cual las probabilidades de sufrir alguno de estos problemas son ínfimas. El resto de ingredientes que completan la fórmula de este suero, que viene presentado en aplicador, son las almendras dulces, vitamina B5 y Lupinus Albus, un péptido que estimula el crecimiento. Es importante que sepáis que sus efectos crece-pestañas tienen una acción Cenicienta, es decir, solamente se mantienen mientras se está utilizando el producto, desapareciendo una vez abandonado el tratamiento.

Existen en el mercado otros productos similares al Lilash en composición, como M2 Lashes o XLash – hay otra serie de alternativas, desde mi punto de vista mucho más recomendables aunque menos milagrosas, de las que ya os hablaré largo y tendido en otro post – o el famoso Latisse. Éste último marca la diferencia respecto a sus competidores, ya que se consigue bajo prescripción médica y es el único tratamiento aprobado por la FDA ( Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos). Este organismo aprobó en 2008 el uso de un medicamento para tratar la hipotricosis, que contiene bimatoprost al 0’03%,patentado por Allergan, ingrediente activo que contiene el colirio Lumigan.

Lilash tiene tantos detractores como admiradores, ya que la opinión pública se divide entre los que opinan que es un producto totalmente seguro, y los que piensan que con la salud ocular no se juega, sea cual sea el porcentaje de riesgo existente. Por supuesto, me incluyo dentro de este segundo grupo y es que, toda prudencia es poca cuando el precio a pagar puede ser tan alto. No creo que merezca la pena arriesgar por conseguir unas pestañas más bonitas, a pesar de que no pongo en duda que los resultados sean increíbles.