¿Sabíais que somos genéticamente iguales en un 99’9%? Pero, ¿y qué sucede con ese 0’1%? Pues ese mínimo porcentaje restante es lo que nos hace genéticamente diferentes. Conocer esa información, contenida en nuestros genes, y aplicada al cuidado de la piel, es el objetivo de One.Gen. Este revolucionario programa antiedad, de la mano de Prima-Derm, uno de los laboratorios más punteros en cuanto a innovación y principios activos, marca, sin duda, un antes y un después en los tratamientos para combatir los signos de la edad, así como posibles problemáticas cutáneas. Se trata de un tratamiento cosmético a medida, que se elabora a través de la saliva.El perfil genético será el resultado del estudio del ADN en base a siete parámetros, en los que me voy a centrar más adelante, así como un test sobre una serie de variables clínicas para valorar el estilo de vida de la persona, su historia dermatológica, los cuidados de su piel, así como sobre medicación y salud. Y es que, como es lógico, One.Gen no sólo tiene en cuenta las variables del genotipo – un total de 35 SNP, el más completo a nivel mundial – sino también , y muy importante, las circunstancias que rodean a la persona. De hecho, y con el fin de que el perfil esté siempre actualizado, se recomienda actualizar el cuestionario de variables clínicas una vez al año, o bien, cada vez que cambien las circunstancias o hábitos de la persona.
Este informe, de incalculable valor dermatológico, supondrá no tener que andar dando palos de ciego sobre qué necesita nuestra piel, además de una herramienta para evitar posibles futuros males mayores. El informe genético se genera después del análisis bioinformático y aúna los resultados de las variaciones del genotipo de la muestra de saliva, junto con el test de variables clínicas. El resultado de este análisis es lo que marcará las especificaciones a tener en cuenta a la hora de realizar el producto cosmético personalizado. Como os comentaba en párrafos anteriores, el informe genético evalúa, de 0 a 100, expresado en porcentaje de riesgo, la predisposición, tanto genética como medioambiental, a un total de siete preocupaciones cutáneas:
-Longevidad celular, en relación con la capacidad de reacción frente a agentes externos en pro de un aumento de la longevidad de las células.
-Arquitectura tisular, relacionado con la síntesis, organización y calidad de los componentes de la matriz extracelular.
– Hiperpigmentaciones, analizando aquellas proteínas y enzimas ligadas a la formación de melanina y la predisposición genética a una síntesis aumentada.
-Arrugas, analizando los principales genes implicados en los mecanismos celulares implicados en las microcontracciones faciales y la degradación del ácido hialurónico.
– Detoxificación cutánea, determinando el aumento o disminución de la actividad de las enzimas implicadas en la detoxificación de las células frente a compuestos electrónicos y productos del estrés oxidativo.
– Intolerancia cutánea. Un aumento desproporcionado de la respuesta inmunológico frente a agentes externos puede dar lugar a problemas de alergia e intolerancias cutáneas.
– Aumento del IMC (Índice de Masa Corporal), analizando los genes relacionados con el metabolismo de lípidos, la sensibilidad a la insulina y la respuesta celular al estado de los nutrientes.
En base a los resultados obtenidos, el informe pone de manifiestocuáles son las tres áreas con mayor sensibilidad o predisposición, y que marcaran los viales asociados al programa personalizado.
Al final del informe, se añade una lista de recomendaciones nutricionales y de salud específicas en base al perfil genético, que servirán de guía para el día a día de la persona.
Como creo que, por hoy, ha sido ya demasiada información, el jueves me centraré en cómo llevar a cabo este tratamiento. Ya veréis, es más sencillo de lo que pueda parecer.
