Un productazo, en todos los sentidos. Y es que no esperaba menos del nuevo miembro de la familia Premium, la línea más médico- estética de Lierac , que basa su acción en la medicina regenerativa y que, por cierto, ha sido reformulada recientemente, de lo cual os hablaré largo y tendido en los próximos días.

La nueva Mascarilla Suprema Antiedad Absoluto – ya sabemos lo dados que son a la hipérbole el laboratorio francés y, en general, todas las marcas glamourosas, a la hora de dar nombre a sus tratamientos estrella – ha llamado poderosamente mi atención por su potente fórmula, que trata todos los signos de la edad de un modo inmediato: arrugas profundas, pérdida de densidad, relajamiento cutáneo, irregularidad de tono, manchas, poros, textura…

El efecto relleno y la hidratación profunda es espectacular, gracias a una solución de ácido hialurónico puro y fragmentado al 10%, la dosis más alta de toda la gama Premium. Contiene, a su vez, la nueva patente de Lierac, el Complejo Premium Celular, dosificado al 4′5%. Se trata del hexapéptido FX, que reproduce la acción de la proteína Foxo, más conocida como la proteína de la inmortalidad, ya que controla las células madres desde su núcleo. Vendría a ser la torre de control de las células madre. Contiene también terpenoides, un compuesto orgánico formado por carbono e hidrógeno, que protegen y reparan el ADN. Por último, no podían faltar las flores negras – orquídea negra, amapola negra y rosa Black Baccara –  sello de los tratamientos Premium, que son las encargadas de dar esa sensación de confort al producto y que tiene propiedades purificantes, detox, astringentes, alisantes… ¿Sabíais que los pigmentos de las flores, cuanto más oscuros son, más efectos antioxidantes?

La textura de esta mascarilla es muy cremosa y envolvente, dejando en la piel un acabado aterciopelado. Supone un auténtico reconstituyente instantáneo de la piel, que luce, tras su aplicación, descansada, luminosa y alisada. En cuanto al modo de empleo, se puede aplicar una o dos veces por semana, dejando actuar unos diez minutos, y retirando el excedente de producto con un tissue o algodón. Un tratamiento de diez que no defrauda y del que lo único que no me agrada es su elevado precio.