TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE MASCARILLAS FACIALES

Hoy me voy a adentrar en el complejo mundo de las mascarillas faciales, que suponen un complemento ideal al cuidado de la piel. Una mascarilla facial es una sustancia cosmética, elaborada principalmente con ingredientes naturales, que se aplica formando una capa sobre cara, cuello y escote con el fin de embellecerlos. En función de los activos  que contienen, provocan diferentes acciones sobre la piel: hidratante, calmante, purificante, reafirmante, tensora, tonificante … 

Las mascarillas incluyen en su fórmula polvos absorbentes, que le otorgan esa consistencia pastosa tan característica. El mecanismo de acción es el siguiente: al aplicarse el producto sobre la piel, se evapora el agua que contiene en su composición y la suciedad se adhiere a estos polvos por capilaridad. Es decir, al volatilizarse el solvente que contiene, la mascarilla se seca en la piel, provocando una tensión física o, lo que es lo mismo, un efecto lifting. Los resultados son realmente inmediatos: sensación de frescor, efecto tensor, limpieza profunda.

Existen muchos tipos de mascarilla, dependiendo de sus ingredientes y textura:

– En polvo: Suelen estar compuestas por minerales, sales y agentes refrescantes. Han de ser disueltas hasta obtener una masa. Las sales y principios activos estimulan la circulación sanguínea, provocando un efecto tonificante y reafirmante, al evaporarse el líquido.

– En pasta: Están compuestas por extractos de algas, arcillas, sales, agentes refrescantes…

– En Gel: Muy indicadas para pieles grasas, no necesitan secarse. Retienen agua en la capa superior de la piel y tienen efecto tonificante y suavizante.

– Sólida térmica: Es una textura como plástica. Su efecto térmico se debe a que al aumentar la temperatura, la piel transpira, evitando a la vez su evaporación. Suelen tener propiedades descongestivas, antiinflamatorias.

– Fango o barro: Su ingrediente principal es el barro, altamente purificante.

– Velo: Se trata de una película de celulosa embebida en colágeno y suele humedecerse con un líquido activador. Es ideal para tratamientos de choque para pieles fatigadas, envejecidas o deshidratadas.

– Plástica fría: Compuestas por polvo con sales, son esas mascarillas que se moldean acoplándose a nuestra piel, y que se retiran de una sola pieza.

– Peel off: minutos después de haberla aplicado, se secan y se retiran también de una pieza. Son ideales para la zona T (frente,nariz y mentón)

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